HISTORIA
La relación entre el vino y la salud está, después de algunos años, en el corazón de un gran debate científico que está siendo seguido con mucho interés y de muy cerca por FIVIN, siendo éste uno de sus objetivos fundacionales.
Después de 1990 numerosos estudios han indicado que las personas que consumen cantidades moderadas de vino presentan una incidencia de enfermedades cardiovasculares inferiores. Generalmente los resultados sugieren que un consumo moderado de vino está asociado con una disminución de un 30 a un 40 %, en el riesgo de sufrir enfermedades coronarias.
Actualmente disponemos de numerosos datos, cada vez más importantes, para afirmar que el consumo moderado de vino tiene unos efectos beneficiosos principalmente sobre las enfermedades coronarias.
El consumo moderado de vino es un factor cultural presente en un gran número de sociedades, es todo un estilo de vida unido a una dieta sana y equilibrada en la que predominan los alimentos obtenidos de los cultivos tradicionales de la zona geográfica bañada por el mediterráneo: el maíz, el olivo y la viña.
Un estilo de vida que podría ser el origen de las mayores longevidades constatadas en los países en los que el consumo de vino durante las comidas es importante y más particularmente en los países mediterráneos.
En concreto y tras la Declaración de Barcelona sobre la Dieta Mediterránea firmada por la OMS y la FAO durante el 1er Congreso Internacional de Barcelona sobre la Dieta Mediterránea en 1996, se declaró que el vino forma parte de este tipo de alimentación como un alimento más.
Uno o dos vasos de vino es la bebida habitual en la alimentación de los pueblos de la ribera norte de la cuenca del Mediterráneo. Así pues el vino no es sólo un elemento de la cultura de los pueblos del Mediterráneo sino también uno de los alimentos más emblemáticos de su alimentación.
• El vino es un ingrediente esencial de la identidad y cultura en España y en Europa
• Es un alimento esencial de la Dieta Mediterránea, compatible con estilos de vida saludables
• Es un placer bebido con moderación, que es como lo hace la gran mayoría de consumidores
• Su consumo se enmarca en unas pautas/hábitos culturales y sociales de distinción que favorecen la moderación y el buen uso
• Los beneficios para la salud del consumo moderado de vino se fundamentan en numerosas investigaciones científicas